¿Quién no
se acuerda de su primer beso? ¿Quién no se acuerda de su último beso?
¿Quién no recuerda esos besos que dio en el
camino?
Esos besos
raros, besos con historia, besos que tardan en llegar o besos que no llegan
nunca. Para mi los imposibles de olvidar, son los besos inesperados.
Los besos
transforman todo, son como una barrera, un muro que cruzas sin saber que te vas a
encontrar del otro lado. Se te acelera el pulso como si el beso fuera la
represa que se abre para dejar que un rio de sensación te recorra. Los besos no
se dan con la boca, los besos se dan con todo el cuerdo. Los besos se dan con
la memoria.
Los besos
son puentes que unen territorios imposibles, son la prueba que nuestra alma
necesita.
¿Técnicamente
que es un beso? ¿Dos bocas que se juntan? ¿Respirar el mismo aire? ¿Eso es un
beso?
Hay besos
que no deseas, o no espera, pero que llegan y no te sorprenden. Lo que te
sorprende tal vez es que no sabes como ni por que pero te empieza a gustar. Eso
si que es inesperado.
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